viernes, 16 de abril de 2010

Algo de Lavapiés

Empiezo este pequeño paseo con un poquito de Historia (sí, con mayúscula) o, más bien, con algunas historias (sí, también así, con minúsculas). Y digo ésto porque, a pesar de lo que nos han contado parece ser que en realidad la judería nunca estuvo en el barrio de Lavapiés sino que estuvo situada en el solar que hoy ocupa la Catedral de la Almudena. A pesar de todo vamos allá, que es bonito.

Como acabo de decir, tradicionalmente se ha asociado el origen de este barrio a la población judía que supuestamente se acumulaba en las proximidades de una sinagoga ubicada donde hoy se alza la iglesia de San Lorenzo y que se comunicaba con la plaza de Lavapiés a través de la actual calle de la Fe, llamada entonces calle de la Sinagoga. En el año 1391 la judería sufrió una severa represión efectuándose las mayores matanzas de judíos en las actuales calles de la Fe, Salitre, Ave María, Sombrerete y Jesús y María.

Muchas familias judías vivieron en el barrio de Lavapiés hasta los días de la expulsión, en 1492. Sólo algunos judíos madrileños notables (especialmente los médicos) estaban autorizados a vivir fuera de Lavapiés, para que pudiesen auxiliar a sus enfermos durante la noche. La expulsión decretada por los Reyes Católicos dejó a Lavapiés y a Madrid sin judíos. Muchos años después llegarían de nuevo algunos judíos de Lisboa, Egipto, Túnez y otros lugares de África.

Cerca de la calle del Salitre, en la ladera de Buena Vista, mirando al Santuario de Atocha, aparecieron vestigios de lo que pudo ser un cementerio hebreo (ya que no se encontraron en él objetos cristianos) previo a la expulsión de 1492.

Según algunos el origen del nombre de Lavapiés podría proceder de una fuente que había en la plaza y en la que se hacía el lavado ritual de los pies antes de acudir al templo. Otra tradición afirma que en esa fuente se purificaban los pies de aquellos que venían al barrio de la judería no siendo judíos y al salir se los lavaban. En cualquier caso, sí es cierto que en la plaza hubo una importante fuente hasta finales del siglo XIX y, precisamente, la primera vez que aparece el nombre de Lavapiés lo hace en un documento del siglo XVI acerca de una permuta para levantar una fuente (la de Lavapiés) que se surtía del Alto Abroñigal. Más tarde, en el siglo XVIII, D. Ramón de la Cruz usa el nombre de Avapiés que se utilizó algún tiempo para volver finalmente a su denominación de siempre.

La denominación castiza de "manolo" y ''manola'' que se da a los madrileños procede de Lavapiés, y se dice que tiene su origen en la profusión del nombre de "Manuel" con el que se bautizaron muchos judíos para escapar a la expulsión en el año 1492. Los "manolos" rivalizaban con los ''chulapos'' procedentes del barrio de Malasaña. Hoy en día se suelen emplear ambos términos indistintamente para referirse a la gente vestida con el atuendo tradicional madrileño.

Lavapiés fue desde sus orígenes un arrabal y ha mantenido ese estatus de abandono hasta fechas recientes. Da idea de su abandono el hecho de que en él se conserva la única mención a la Segunda República Española que existe en un monumento público madrileño, ya que tales menciones fueron sistemática y minuciosamente eliminadas en los tiempos del dictador Franco. Se trata de una inscripción en la fuente de la plaza de Cabestreros en la que se lee "REPÚBLICA ESPAÑOLA AYUNTAMIENTO DE MADRID". También se ha mantenido hasta tiempos recientes en estado de abandono las ruinas de las Escuelas Pías de la plaza de Agustín Lara. Este edificio fue incendiado por partidarios de la CNT un día después del estallido de la guerra civil española, el 19 de julio de 1936, tras haber disparado algunos falangistas y sacerdotes afectos a los golpistas contra la multitud que pasaba por las calles adyacentes. Así lo cuenta Arturo Barea en su relato autobiográfico ''La forja de un rebelde''. Barea afirma que las Escuelas Pías llevaban ya algún tiempo siendo utilizadas como polvorín por la Falange, que realizaba instrucción militar en su patio bajo el manto de una asociación católica. El 19 de julio de 1936 una ametralladora disparó desde la torre hacia las calles de Embajadores y Mesón de Paredes, matando a un transeúnte e hiriendo a otros cinco. Sin embargo, a diferencia de los otros edificios, se mantuvo tal y como quedó tras el incendio hasta que fue restaurado en 1996-2001, en el que se aprovecharon las ruinas para construir una biblioteca.



Justo enfrente del edificio anterior, en el número 12 de la calle Tribulete haciendo esquina con la de Mesón de Paredes, se halla "la Corrala". Las corralas se consolidaron durante el siglo XIX como los edificios de viviendas típicos de la clase obrera madrileña. Eran viviendas estrechas a las que se accedía mediante largos corredores alrededor de una gran patio comunal. La mayoría carecían de agua corriente y de luz y sólo había un retrete por planta. Este edificio fue construído en 1839 por el arquitecto José María de Mariátegui y rehabilitado entre los años 1987-1990.



A finales de los años 1980 Lavapiés era un barrio habitado exclusivamente por gente mayor. La abundancia de casas abandonadas y de viviendas de renta baja atrajo en los años 80 y 90 a multitud de jóvenes con pocos recursos, entre ellos numerosos "okupas". Lavapiés ha sido, probablemente, la zona de Madrid con mayor densidad de casas ''okupadas'', y en ella tuvieron lugar las primeras experiencias de ''oKupación'' de la capital. Hoy en día la ''okupación'' casi ha desaparecido, pero sigue siendo el barrio con mayor cantidad de asociaciones y movimiento vecinal de Madrid.

En una segunda oleada, y por las mismas razones, acudieron al barrio centenares de inmigrantes. Se calcula que alrededor del 50% de la población del barrio es de origen no español. De hecho, eventos como el año nuevo chino o el ramadán tienen casi más resonancia en Lavapiés que, por ejemplo, la Navidad.

Para finalizar este pequeño paseo y antes de irme al Metro (curiosa la reforma de la estación de Lavapiés) me detengo en la plaza del mismo nombre.



En la esquina con la calle del Tribulete estuvo la Real Fábrica de Coches que tuvo mucha importancia en los últimos años del reinado del nefasto Fernando VII.



En la misma acera, un poco más arriba, en el solar del edificio que hoy posee una sucursal de Caja Madrid, estaba un corralón al que llamaban "el cuartelillo". El interior del edificio, que debía ser del siglo XVIII, estaba rodeado de largas galerías con puertas abiertas hacia ellas, cada una de la cuales daba a una vivienda. Había un enorme patio central y en él una fuente con lavaderos donde las mujeres lavaban la ropa que luego colgaban en cuerdas, tendidas entre gigantescos árboles. En verano, como hacia tanto calor y las casas estaban invadidas por las chinches, los vecinos sacaban los colchones a la plaza de Lavapiés y allí dormían. Fue demolido a finales de los años 70 del siglo pasado.

También en esta plaza, en el lugar en el que hoy desemboca la calle Argumosa, estaba la fábrica de cervezas de Lavapiés, la más antigua de Madrid. El edificio fue demolido abriendo la amplia desembocadura de la calle Argumosa a la plaza en la que estamos.



Por último echamos una mirada al Teatro Valle-Inclán sede del Centro Dramático Nacional. Antiguamente aquí estaba el cine de barrio Olimpia y sobre su solar se construyó entre los años 1996 y 2005 este edificio según el proyecto de los arquitectos Ángeles García de Paredes e Ignacio García Pedrosa.



Quedan muchas cosas que contar de este barrio y de sus calles y gentes. Volveré pronto con más.

3 comentarios:

Merce dijo...

Me levanto el sombrero Javier, por supuesto que si.

La documentación es una maravilla, un post currado muy currado, cada entrada que haces la desarrollas y la documentas estupendamente, esto... es para editar en un librito, creeme que si ;)

Biquiños y continua con este estupendo proyecto :)

Ripley dijo...

hola Javier, no se como se me habia pasado esta entrada, menos mal que me he puesto a repasar las actualizaciones. yo he sido vecino de Lavapies, concretamente de la calle Sombrerete que tu mismo mencionas. me ha encantado y encandilado este post, menuda leccion de historia. yo creo que es incluso mayor el porcentaje de poblacion extranjera. me has traido buenos recuerdos con estas fotos. muchas felicidades. abrazos

Anónimo dijo...

La manzana llamada "el cuartelillo", ¿no sería previamente la Real Fábrica de Coches?

Un saludo.